"Quiero expresar en primer lugar, mi
agradecimiento a todos ustedes por el celo y el entusiasmo con el que
promueven la causa de la restauración de las verdaderas tradiciones
litúrgicas de la Iglesia.
Como ustedes saben, es la
adoración la que aumenta la fe y su realización heroica en la vida. Es
el medio con el que los seres humanos se elevan al nivel de lo
trascendente y eterno: el lugar de un encuentro profundo entre Dios y el
hombre.
Por esta razón, la Liturgia
nunca puede ser creada por el hombre. Porque si adoramos a la manera que
queremos y establecemos las normas nosotros mismos, entonces corremos
el riesgo de recrear el becerro de oro de Aarón. Tenemos que insistir
constantemente en la adoración como la participación en lo que Dios
mismo hace, de lo contrario corremos el riesgo de involucrarnos en la
idolatría. El simbolismo Litúrgico nos ayuda a elevarnos por encima de
lo que es humano a lo que es divino. En este sentido, es mi firme
convicción de que el Vetus Ordo representa en gran medida y de la manera
más satisfactoria, que llaman mística y trascendente, para el encuentro
con Dios en la liturgia. Por lo tanto ha llegado el momento para
nosotros de, no sólo renovar la nueva liturgia a través de cambios
radicales, sino también de alentar más y más la vuelta del Vetus Ordo,
como un camino para una verdadera renovación de la Iglesia, que fue la
que los Padres de la Iglesia,sentados en el Concilio Vaticano Segundo,
tanto desearon.
La lectura cuidadosa de la
Constitución conciliar sobre la Sagrada Liturgia, Sacrosanctum Concilum,
muestra que los cambios introducidos en la Liturgia más tarde, nunca
estuvo en la mente de los Padres del Concilio.
Por lo tanto ha llegado el
momento para que seamos valientes en trabajar por una verdadera reforma
de la reforma y también en un retorno a la verdadera liturgia de la
Iglesia, que había desarrollado a lo largo de su historia bi-milenaria
en un flujo continuo. Deseo y rezo para que suceda.
Que Dios bendiga sus esfuerzos con el éxito.
Malcolm Cardenal Ranjith
Arzobispo de Colombo"
Fuente: New Liturgical Movement
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