El diario La Repubblica publica hoy una interesante sección dedicada a “la música de Dios” (ver imagen superior). En ese contexto presenta una entrevista con Mons. Pablo Colino, director del coro de la Orquesta Filarmonica de Roma, la cual ha sido traducida por SECRETUM MEUM MIHI:
Maestro Colino, ¿por qué la música sacra y la litúrgica están en crisis?
Todo se ha precipitado después del Concilio Vaticano II, con esa superficial oleada de pseudorenovación que ha hecho tanto daño en casi todas nuestras iglesias. Basta asistir a cualquier celebración liturgica, para sentir guitarras horribles, pianolas ensordecedoras y coros superficiales. Todos dirigidos de maestros pocos preparados. Aunque hay excepciones alentadoras que, se cree, podrían bien esperarse en el futuro.
¿Podría dar un ejemplo?
Recientemente, en Terni se desarrolló un interesante congreso sobre la música sacra. y, para esa ocasión, se han presdentado muchas corales juveniles y muchos grupos de artistas especializados en música litúrgica. Ha sido bello e interesante escucharlos. Y también alentador.
¿Pero hay una “receta” para revivir la música sacra?
Tenemos que volver a un estudio serio, riguroso y apasionado en las scholae cantorum, en los conservatorios y, quizás, en las escuelas. La música sacra es patrimonio universal, una forma de arte entre las más altas y inmortales. E Italia está llena de ellos, habiéndo dado a luz a los más grandes autores de la música litúrgica.
¿Y cuales deberían ser los programas en estas escuelas?
Es de funadmental importancia volver a difundir el conocimiento directo del canto gregoriano y, paralelamente, mejorar la preparación de los músicos, directores de orquesta y corales. No se va a nunguna parte sin rigor didáctico y sin el conocimiento del gregoriano, la madre de la música sacra, pero me atrevo a decir que de toda la música, incluso la contemporánea.
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